La Negociación Perfecta


Titulo del Articulo*:La Negociación Perfecta (Articulos de Interes)
Subtitulo del Articulo*:¿Qué tanto puedes negociar con tu empresa antes de cerrar tu contratación? Durante el proceso, son los detalles los que hacen la verdadera diferencia.
Texto del Articulo *:
Esperabas con tanto anhelo que, cuando al fin escuchaste que esa empresa estaba interesada en ti por teléfono, aceptaste el empleo sin saber siquiera dónde te estabas metiendo.
Así como en el mundo de la compraventa, la experiencia ha enseñado que no es recomendable aceptar un empleo en el mismo momento de recibir una oferta.

Negociación PerfectaUn tiempo de reflexión es siempre necesario –algunos expertos aconsejan entre 24 y 48 horas–, para saber qué es lo que quieres lograr y descubrir aquellos beneficios que ayudarán en tu productividad laboral.

Abriendo el diálogo
Desde seguro integral, gastos de transporte, equipos tecnológicos hasta estacionamiento garantizado. ¿Ambicioso? “Todo se puede negociar, pero hay que tener en claro la oportunidad. En una primera entrevista, es de mal gusto expresarlo, porque podría ser percibido como mercantilista”, dice Laura de Acha, directora de Resource Reclutamiento Gerencial.

De Acha divide, indirectamente, las negociaciones en válidas e intrínsecas, es decir, aquellas que son legítimas para negociar –ojo: de manera natural y sin exigencias–, así como aquellas que caen obvias. “Hay que tener cuidado porque hay temas que no se negocian a nivel ejecutivo, sino que llegan por default, como el estacionamiento o un smartphone”, comenta.

“Sobre las tablets, por ejemplo, la gran mayoría de ejecutivos suelen obtenerlas de forma personal, no por negociación. Que las empresas las entreguen aún no se ve mucho en el mercado, pero sí entregan laptops”, comenta, por su parte, Vanessa Palomino, consultora principal de Tasa Worldwide, sobre la negociación de estas tecnologías que prestan control a los ejecutivos sobre sus horarios de trabajo.

Queda claro que la negociación con las empresas responde al carácter del puesto. Así, por ejemplo, mientras más singular, por especializada, sea la candidatura, más posibilidades tendrá el postulante de negociar a su favor, porque la negociación responde a las leyes de la oferta y la demanda.

¿Pero qué posibilidades de obtener estos beneficios tiene el resto de candidatos, que también necesitarán de estos productos para su trabajo sin, necesariamente, postular a altos cargos?

De Acha da un consejo para iniciar la negociación. “Es preferible esperar que la conversación fluya con el entrevistador, que se genere cierta confianza, hasta que la negociación ingrese al diálogo de manera natural”, comenta.

Sin embargo, si este método no funciona, Patricia Ruiz-Eldredge, consultor senior de Stanton Chase, aconseja no dar nada por sentado y dar un siguiente paso. “Cuando te decidas a negociar tu contrato, puedes preguntar sobre los ‘usos y costumbres’ de la empresa en cuanto a tecnologías o beneficios. Es decir, preguntar ‘¿qué es lo usual?’ o ‘¿cómo vienen abarcando estos temas hoy en día?’”, comenta, como una manera sutil de entrar de plano a la negociación.

Al final, es importante convencerse de que preguntar nunca está mal. Todo depende de la forma en que uno lo hace.

El momento cero
“El momento para negociar todo es antes de firmar el contrato. Pero, para esto, los candidatos tienen que tener claro, y comparar, lo que tienen hoy y lo que les están ofreciendo”, comenta Palomino. Si, por ejemplo, sabes que tendrás un problema de transporte por la lejanía, introduce el tema, pues  es posible lograr algún costo por km, en el caso de tener auto propio, o algún beneficio de movilidad, por ejemplo, en buses, comenta Ruiz-Eldredge.

De tener una respuesta negativa, se debe tener en cuenta que existen empresas que están dispuestas a negociar por la flexibilidad en sus estructuras salariales, pero también están aquellas que no mueven los gastos fijos por un tema de equidad interna, aunque cuentan con beneficios muy interesantes. Consulta por ellos, pero no sin, antes de la entrevista, haber entendido a la empresa y ver si tu perfil profesional –y personal– calzará con ella.

“Es importante investigar qué tan buen clima laboral tiene el posible futuro empleador, en cuanto a valores, cultura de respeto y trabajo en equipo”, ejemplifica Ruiz-Eldredge. Pero también se debe resolver qué posibilidades hay para el desarrollo profesionalmente dentro de la empresa, si será posible lograr un balance entre lo profesional y personal, averiguar el estilo de liderazgo del jefe inmediato y, sobre todo, tener en claro el concepto de compensación para poder negociarlo, solo si amerita.

No se debe perder de vista que hay fuentes de información, empezando por las páginas web de las propias empresas o las personas que ya han trabajado ahí.

Con estos temas saldados, y si no te encuentras absolutamente desesperado por trabajar, ponte ese traje y perfúmate, que ya estás a puertas de negociar.
Autor*: Laura de Acha, directora de Resource Reclutamiento Gerencial, Patricia Ruiz-Eldredge, consultor senior de Stanton Chase

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